miércoles, 6 de mayo de 2009

- Formá. Nosotros vamos a esperarte fuera.
- Pero… ¿Después, qué hago?
- Después tirá la mochila por la ventana. Nosotros la agarramos y te esperamos en la esquina. ¡No tardes!



Hacerlo fue fácil. Hice la fila y me ubiqué detrás de todos mis compañeros, incluso detrás de Ponce, que era el más alto de todos. Iba a ser una situación arriesgada. Pero es de saber que estaba enceguecida por ellos.

Nadie iba a darse cuenta.


Juan B. y Jeremías M. no formaron. Sus madres no confirmaban todas las tardes, como la mía, si me presentaba o no en la escuela. En realidad nunca supe si Juan tenía madre o no. Preferí pensar que era una mujer grande, culta, y sabia, y que jamás indagaría la vida de su hijo como sí lo hacían con la mía. Obviamente a esta edad, formulaba este tipo de pensamientos toda vez que mi madre me prohibía algo.
Por eso, fue necesario que yo sí diera el “Presente, precep”

Eran mis amigos. Eran las personas con las cuales yo compartía horas de clase, estudio y libertad. Pasaba las horas libres en casa de Jeremías. A veces conversaba con su madre, e incluso ayudaba con los quehaceres de la casa, de vez en cuando. Era como estar en mi propio hogar.
Hasta donde mis años sabían, eras personas decentes. Eran la idealización del respeto, y la sombra del recuerdo de los años anteriores…

Tiré la mochila por la ventana del establecimiento. Cuando vi que toda el aula se transformaba en el bullicio testarudo de adolescentes alborotados, me escabullí de entre la multitud, y traté de pasar desapercibida.
Nadie miró mi sonrisa. Nadie sabía que estaba tratando de disfrutar de un segundo de libertad. Nadie supo que ese momento estaba siendo feliz.


Y es que jamás supe hacia dónde estaba caminando la vez que crucé las puertas de mi escuela.



Ni siquiera literalmente. No sabía al punto exacto hacia dónde íbamos.


Y en realidad, tampoco hacia dónde la vida me estaba llevando.



.

4 comentarios:

Ac]-[uS dijo...

ea! ^^
Cuánta nostalgia derriba tu blog!!
Si son historias propias o fantasias... o mescla de los dos... son geniales sin dudas!! ^^
Me gustó leer! =D

Saludín! ^^

Ac]-[uS ^^

oveja y negra dijo...

Jamás me hice la rata del cole, era muy aplicada.
Besos.

Madie dijo...

Jejeje. Mi madre jamás confirmó si yo iba a la escuela o no. Solo una vez me ratee (sin contar los últimos años de secundario, que obviamente uno faltaba a una clase si, otra no). Todas las mañanas nos llevaba al liceo la madre de una amiga, así que al llegar, nos bajamos del auto, esperamos que la madre se alejara y nos fuimos hacia la libertaaaadddd!!!! jajaja... nos fuimos a un shopping cercano y nos sentimos re grandes, libres e independientes.

Mi madre nunca se enteró.

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http://yomadie.blogspot.com/

Pablo dijo...

Nunca nadie se enterá de esas pequeñas desapariciones.

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