domingo, 15 de febrero de 2009


El doce de Febrero, la persona a quien amé me llamó por teléfono, y terminó con mi amor. Me habló del inseparable “no sos vos, soy yo”. Sí, una frase a la que todos odiamos, porque sabemos que no es verdad. Me dijo que ya no me sentía. Que ya no me extrañaba, y por sobre todas las cosas, que cuando se preguntaba a sí mismo si realmente me amaba, siempre le salían puros “no”, “no sé”...

Pero nunca un sí.


Realmente sentía que tenía que escribir esto. No para que todo el mundo lo sepa, sino porque ya no puedo más. Ya no sé lo que siento, ni lo que quiero sentir. Realmente, pensé, me quedé sola.

Ya no sabía cómo voy a hacer para superar el hecho de que no sepa cruzar la calle sola. Estoy segura de que la próxima vez que cruce alguna voy a pensar en él. Tampoco sabía cómo hacer para visitar sola los lugares más recónditos de la ciudad. Porque no sabía moverme. Y menos ahora, que estoy sola.


Sí, estoy sola.



Cuando uno termina una relación, las cosas en las que menos piensa aparecen tres días después. Dónde van a quedar los regalos (la casa está poblada de recuerdos y de regalos), cómo trabajar y no pensar…

Ya sufrí en estos días varios terribles ataques de nervios, que a él no le importan, obviamente. Después de todo, ya no es nada mío. Y los dos años que vivimos juntos quedaron debajo de la cama, o metido en la parafina de las velas que solíamos prender cuando me amaba.

Me dolió la cabeza de tanto llorar, y de pretender que vuelva, porque me sentía perdida. Y es que fue bastante traumático. Es traumática la soledad. Y más cuando es de noche. Y ya no hay nadie que te llame a las doce, para saber si estás durmiendo, si extrañás, si existís.


Ya no existís para él.



Le pregunté por qué. Le pregunté desde cuándo. Le pregunté qué iba a hacer ahora que, repito, estoy sola. Había confiado desde el primer día, y le había pedido que jamás me mienta. Y reiteradas veces lo encontré agachando la cabeza y mintiéndome. Pero yo de nuevo confié, y lo perdoné. Y seguí acariciando sus cabellos de viento, como si fueran lo único que haya acariciado en la vida.


Pero no supo responderme nada de lo que le pregunté.



Y me quedé sola, con mis kilos de más, con lágrimas negras en los ojos. Y en casi toda mi cara. Me quedé sin ganas de salir de mi cuarto, sin ganas de sonreír.



Con lo que le gustaba verme sonreír.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Deje esto en tu post de T! pero lamentablemente la pagina anda como el culo, y se posteo lo mismo como 5 veces asi que te lo van a borrar. aparte no se porque no subia el comentario

QUE GARRON, MI NOVIA SE FUE A VIVIR A SAN LUIS, Y TUVIMOS QUE CORTAR 15 PERFECTOS MESES, CON UN BESO Y UN CHAU :?

como dice villanos "cometiste el viejo error de hacer caso al corazon, te volvieron a engañar, te volvieron a dejar, y no hay magia que llene el alma o el corazon"

todo es igual cuando no hay con quien hablar...


que lo superes che! yo toy en la misma! un beso

user: maninin

Anónimo dijo...

te quiero amiga!!!
belu

Anónimo dijo...

Ah que feo cuando sucede esto, creo comprenderte ya que me sucedio lo mismo el once de febrero, es duro caer en la cuenta de lo que esta pasando.
Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

Un papel es un buen lugar para expresar tus sentimientos. Pero tambien util para personas como yo que buscan encontrar a alguien que sienta lo mismo. Me gusto tu forma de expresarte.
Espero que estes mejor!!!
Besos!!!

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